Samsung está convencida que la gama Galaxy se puede expandir hasta el infinito, y por ahora no hay quien les quite esa idea de la cabeza porque está funcionando. La combinación de un terminal de diseño simple, delgado y con un hardware poderoso es ganadora, no hay duda alguna, ahí tienes los ejemplos de la gama Galaxy S con sus dos primeros modelos y el tercero a punto de presentarse. Pero ahora desde Corea llegan con una nueva versión, un terminal algo menos que un Galaxy S II pero muy interesante para quien quiera un smartphone con una gran pantalla.
Se presenta el nuevo Samsung Galaxy M, un terminal que intentará ser más barato que su smartphone estrella, andará entorno a los US$500 o 380€. Con una pantalla de 4 pulgadas Super AMOLED como la del Samsung Galaxy S II, pero donde empiezan las diferencias es en por ejemplo el procesador de 1GHz y de un solo núcleo, más que suficiente para hacer funcionar este terminal con todas sus aplicaciones que quieras utilizar.
Donde también se notará que es más barato es en la cámara, que pasa de ser de 5 megapíxeles a 3 megapíxeles, una reducción importante, pero que permite a Samsung meter un terminal de 4 pulgadas con muy buena pantalla a competir con terminales mucho peores y de igual precio.
Funcionando con Android Gingerbread y tiene un grosor de solo 9,9 milímetros, una batería de 1650mAh y un peso de unos 123 gramos con un acabado metalizado. No está nada mal este terminal para la gama media-baja, que Samsung está dispuesta a dominar.