Érase una vez un humilde redactor de Gizmóvil que, para compensar el pobre rendimiento de su HTC Desire en cuanto a reproductor musical, decidió comprarse unos auriculares blueetooth que le permitieran controlar la música desde los mismos mientras hacía ejercicio o estaba tumbado en la playa, los dos momentos básicos en los que aprovechaba la capacidad musical de su terminal.

Tras comprobar las cualidades de diferentes modelos que había en el mercado, se acabó decidiendo por los BH-505, a los cuales dedicó valoraciones muy positivas en Gizmóvil. Valoraciones referidas tanto al servicio post-venta de Nokia como al producto en sí, en un análisis basado en sus primeras sensaciones con los mismos, valorándolos como un usuario más.

Dos meses después, las impresiones iniciales del redactor se han difuminado totalmente, y muy a su pesar debe dar la razón a los múltiples comentarios aparecidos en su análisis (y en otros foros, como veréis más adelante), donde los usuarios se quejaban enérgicamente del buen funcionamiento de los BH-505 (el último de ayer mismo, con una persona de Mexico quejándose exactamente el mismo problema).

Chicos, teníais razón, así que ahí va la historia de una muerte anunciada, o cómo sentirse estafado por Nokia.

Momento 1:
Decido que para complementar mi HTC Desire necesito unos auriculares bluetooth que lleven incorporados los controladores de música. Básico que sea ligeros y con ergonomía cómoda para poder llevarlos en la playa y para hacer deporte, las 2 principales ocupaciones donde los voy a usar.

Momento 2:
Después de buscar y más buscar, me decido por los Nokia BH-505. Parece que tienen todo lo que busco. No sólo son ligeros y bonitos, sino que en las especificaciones que aparecen en la web vemos lo siguiente:

Resistentes a las manchas y al sudor, con eso parecía que tenía suficiente para hacer mis sesiones de running y bicicleta. Aún así, me pica la curiosidad por lo de la "alta puntuación IP de 54* por su resistencia al sudor y a las manchas", así que indago en el tema.

El Grado de proteccion IP es un estándar estadounidense, según el cual, el nivel 54 informado por Nokia equivale al nivel 5, sub-nivel 4. Es decir:

nivel 5: Protección contra polvo. La entrada de polvo no puede evitarse, pero el mismo no debe entrar en una cantidad tal que interfiera con el correcto funcionamiento del equipamiento.
sub-nivel 4: Chorros de agua. Se coloca el equipamiento en su lugar de trabajo habitual. No debe entrar el agua arrojada desde cualquier ángulo a un promedio de 10 litros por minuto y a una presión de 80-100kN/m2 durante un tiempo que no sea menor a 5 minutos.

Lo del polvo lo agradeceré cuando lleve varios días sin pasarles un paño y los tenga olvidados en el cajón de cuarto, pero no le di más importancia. Lo otro sí que me interesaba: ¿Chorros de agua? ¿10 litros por minuto? Madre mía, por mucho que sude yo eso no lo igualo ni de coña. Estaba claro que estos auriculares eran perfectos para mis necesidades deportivas. ¡¡A comprar!!

Momento 3:
Sabiendo el buen trato que Nokia da a sus clientes en caso tener que hacer una devolución, intento hacer la compra mediante su Tienda Online. Primer problema, el sistema no me acepta ni una de las 5 tarjetas diferentes que pruebo, y mira que hay de todo: mías particulares, mías del trabajo, de la novia, de los padres, Visa Electrón, Visa Crédito, American Expres.

Llamo al Centro de Atención al cliente. Revisan el caso. Me informan que el problema es mío y de mis tarjetas. Le explico que he usado 5 diferentes y ninguna va. Insisten en que es problema mío. What the fuck??? La primera en la frente. No me queda más remedio que comprarlos en tienda física, hecho que como veréis al final me impide exigir la devolución a Nokia.

Momento 4:
No pasa nada, las ganas de tenerlos son enormes, así que los compro en la tienda. Una vez en mi poder, me dispongo a probar los auriculares durante mis 2 semanas de vacaciones en la playa. Es como cuando acabas de conocer a una chica y todo es de color de rosa. Sonido, volumen, controles, estética, peso, ergonomía... Todo funciona y lo hace más que bien, incluso en circunstancias un poco exigentes (humedad en el cuerpo por acabar de salir del agua).

Momento 5:
Con estas buenas impresiones, escribo mi análisis en Gizmovil reflejando mi satisfacción general a la vuelta de las vacaciones.

Momento 6:
Los comentarios de la web empiezan a repetirse respecto a un posible fallo de los auriculares, y es que a los 15/20 minutos de llevarlos haciendo deporte, el sudor los estropea y los controladores dejan de funcionar. Decido ponerlos a prueba en el gym, que no he pisado en todas las vacaciones. Cruzo los dedos, le pongo una vela a San Pancracio... pero a la media hora de empezar a correr, no me funciona ni un botón de los controladores. La música sigue oyéndose, pero no puedo tocar el volumen ni pasar canciones ni coger llamadas ni pararlos. Los dejo en casa hasta que se sequen o se gaste la batería. Al día siguiente los cojo... y no funcionan, ni siquiera se encienden. Intento cargar la batería. Nada. Espero otro día más. Y otro. Nada de nada.

Navego por internet buscando opiniones en otros foros, encontrándome comentarios similares a los dejados en Gizmóvil. Y especialmente una perla, y es que en los mismos foros europeos de Nokia hay un post donde se expresa el mal funcionamiento de los auriculares, post confirmado en el feedback dado por los lectores. El sentir general de todos los posts se resume perfectamente en éste que os pongo traducido:

> DONOT recommend to buy these head phones for running, walking or active sports as stated by Nokia
Yo también compré los Nokia BH-505 para ir a correr, viendo que eran resistentes al sudor. Dejaron de funcionar después de la primera sesión. Los cambié por otro par, que dejó de funcionar también tras el primer entreno.
No recomiendo comprar estos auriculares para correr, andar o hacer deportes activos tal como afirma Nokia.

En resumen: soy el afortunado propietario de unos auriculares diseñados para hacer deporte que se estropean a la media hora de ponerse a correr debido al sudor. Gracias Nokia.

Momento 7:
La realidad es dura, pero hay que admitir que son los 60 Euros peor gastados de mi vida. Cuando vuelvo de vacaciones, ya han pasado más de las 2 semanas que la tienda donde lo compré me daba de plazo para devolver el producto. Aún así, lo intento. El resultado no es nada sorpredente: se niegan en redondo dado que el plazo ha expirado, y con toda la razón.

Momento 8:
Acudo al SAT de Nokia en Barcelona, y le expongo mi problema al chaval que me atiende. Tal como él mismo se encarga de aclarar, no puede devolverme el dinero porque no se lo he comprado a Nokia directamente (por mucho que lo hubiera intentado de inicio y no pudiera por el problema de las tarjetas)l, y en cuanto al fallo intrínseco de los auriculares, él es un mandado y no puede hacer nada más que enviarlo a los técnicos. Le comento que una vez me los arreglen, voy a acudir al SAT con los mismos auriculares estropeados cada vez que los vuelva a usar para correr. "Pos vale", poco más puede decir, ciertamente. Se despide con un "en unas 3 semanas le llamaremos informando que ya puede venir a recogerlos". Tomo nota que estamos a día 14/09/2010.


Momento 9:

Envío una reclamación a Nokia por mail. Tras detallarle al milímetro lo ocurrido, su respuesta final es tan amable como previsible:

> Esperamos que todo lo sucedido no afecte en modo alguno la confianza depositada en nuestra marca, pero indicarle que no podemos atender su petición de devolución, ya que no adquirió directamente dicho accesorio con nosotros sino a través de un punto de venta.

Momento 10:
Día 12/09/2010. Hace 1 mes que dejé los BH-505 en el SAT de Nokia. Sin noticias. De acuerdo, estoy oficialmente indignado, así que me pongo manos a la obra para compartir esta frustrante experiencia con quien tenga a bien leer este post en Gizmóvil.

Mientras espero respuesta del SAT, al menos todo este follón me ha servido para descubrir una alternativa no desdeñable a los auriculares blueetooth: la combinación de mis amados Sennheiser PMX 70 Sport junto con el reproductor MortPlayer. La enorme cantidad de opciones de configuración de esta app permite adaptar el proceso de gestión del programa según los gustos de cada uno: gestos swipe para controlar las funciones de reproducción, bloqueo de pantalla del propio programa por encima de la del terminal, personalización en carpetas... Vamos, que me permite usarlo sin necesidad de ir mirando la pantalla, que al fin y al cabo es lo que iba buscando. No es perfecto, pero es suficiente de momento.

Siguiente capítulo:
Esperaremos la llamada del SAT, a ver qué razón me exponen por el fallo de los auriculares. Si la cosa se pone interesante, aún habrá una tercera parte del análisis de los BH-505.

Pardiez, al final resultará que tendría que haber hecho caso a la gente y dejarme un poco más de dinero en los Motorola S10-hd.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: